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Relación de primera mano: Bengala occidental

Desarrollo comunitario en Bengala occidental

Informe del Sr. Sagnik Chattopadhyay, Tesorero del Fondo 1%

Visiting Itarai Asha Deep, Howrah District, West Bengal

En la fría y brumosa mañana del 24 de diciembre de 2011, partí de Calcuta para visitar Itarai Ashadeep (IAD), una ONG establecida en el pueblo de Itarai, bloque Amta II del distrito de Howrah, financiada por el Fondo 1% en 2004 y por segunda vez en 2009. Como tenía tan sólo una vaga idea del lugar, llamé la víspera al Secretario de la ONG para informarle de mi intención de hacerles una visita. Me dijo que me tomaría unas tres horas llegar hasta el lugar en coche y, como yo no conocía eI camino, se ofreció para venir a encontrarme en Calcuta y servirme de guía. Tal como lo dijo, ya me esperaba en el lugar convenido, desde donde seguimos nuestro camino hacia el pueblo de Itarai.

Mis relaciones de trabajo con ONGs en la India datan de hace ya varios años y mi experiencia no siempre ha sido positiva. Si bien muchas de ellas trabajan con seriedad, otras no son sino imposturas y es imposible tomar la decisión de otorgar fondos procedentes de Ginebra cuando una ONG solicitante no ofrece las debidas garantías. Si bien esta ONG en particular había completado con éxito su proyecto, tan sólo había enviado unas cuantas fotografías y su informe no era tan bueno. No estaba pues seguro de lo que me esperaba en el terreno y por ello iba preparado para lo peor. Llegar a Itarai Ashadeep nos tomó casi cuatro horas. En el ultimo tramo del viaje, me tocó pasar por callejones y atravesar arrozales para llegar al centro del pueblo.

Children in class

Tuve la agradable sorpresa de ser recibido calurosamente por un grupo de niños de edad preescolar que parcipaban en una clase que se daba cuatro veces por semana. El edificio de la ONG contaba con dos salas grandes y una pequeña en la que estaba instalada la oficina. Me dijeron que un benefactor estadounidense había donado el dinero para construir el centro. Algunos miembros de la ONG ya me estaban esperando. Un pequeño niño me dio la bienvenida con una gran sonrisa. Me llevó a la sala en la que todos me esperaban sentados en una lona recitando rimas en Bengalí. No pude menos de preguntarles qué preferían, recitar rimas o jugar. Todos respondieron " las dos cosas ". Me impresionó su mentora, una joven profesora plenamente dedicada a su labor.

La ONG 'IAD' trabajaba directamente en cinco pueblos de las inmediaciones y apoyaba además a muchos otros de más lejos ; además la solían invitar a participar en programas conjuntos de ONGs, agencias gubernamentales o diversos consejos de pueblos (panchayats). Sus ámbitos de trabajo son la salud maternoinfantil, la salud de adolescentes, la capacitación en cuidados pre y postnatales, entre ellos la asistencia a mujeres embarazadas y a mujeres parturientas. Me dijeron que hace cinco años, debido al mal estado de las carreteras, ningún médico podia desplazarse a esa région y en caso de complicaciones en los partos, las mujeres debían ser trasladadas con grandes riesgos a los hospitales de distrito. La ONG también formó y apoyó a grupos de autoayuda entre mujeres. No había duda de que los esfuerzos emprendidos por la IAD empezaban a dar resultados. He leído sus informes, registros, informes de inspecciones, actas de reuniones en différentes centros luegareños así como registros de asistencia a reuniones de madres y mujeres jóvenes. Todos los documentos estaban en orden. Seguidamente me dispuse a examinar el informe financiero. Para ser una ONG pequeña, recibía subvenciones de varias organizaciones. Me mostraron copias de las auditorías efectuadas en los últimos cinco años y que habían sido presentadas a las autoridades. Me empecé a preguntar si los informes no eran demasiado impecables y si tal vez ello se debía a que contaba con el apoyo de profesionales experimentados. Lo que me revelaron poco más tarde me dejó algo perplejo. Hasta entonces, yo no había preguntado lo que hacían profesionalmente los miembros de la ONG. Para mi sorpresa, los principales miembros eran voluntarios y cada uno ejercía una profesión diferente. Por ejemplo, el Secretario de la IAD que vino conmigo desde Calcuta, a 190 kilómetros de distancia, trabajaba cerca de esa ciudad en un astillero como mecánico. Venía los fines de semana para estar con su familia y ocuparse de la ONG. Los otros eran un médico local, tres profesores del ciclo primario, algunos jornaleros, un pequeño comerciante y unos cuantos granjeros. Era un grupo heterogéneo de personas, algunas capacitadas pero todas totalmente comprometidas con la causa. La persona que disponía de algo de tiempo, lo dedicaba a trabajar en el Centro.

Conversando con los voluntarios de la ONG IAD

Llegó para mí el momento de visitar los alrededores y de tomar contacto con los lugareños. Visité primero la gran sala adyacente donde se encontraban los telares para tejer saris. En 2004, la IAD se dirigió al Fondo 1% para solicitar su apoyo en el proyecto de tejido de saris. Es este un proceso muy laborioso en el que, según el diseño de que se trate, son necesarios cinco a siete días para fabricar un sari. En la sala en cuestión había tres telares. Los miembros del grupo de autoayuda, que no tenían espacio para un telar en sus casas, disponían de ese espacio del Centro para tejer.

Proyecto de fabricación de saris financiado por el Fondo 1%.

El grupo de autoayuda empezó con un capital reducido (parte del cual había sido donado por el Fondo1%) que había aumentado considerablemente y que actualmente se acercaba al millón de rupias, proyecto en el que estaban involucradas 350 mujeres. El negocio marchaba bien debido a la constante demanda de saris en el mercado al por mayor de Howrah. Las mujeres me enseñaban cómo tejían creando los maravillosos motivos artísticos. Pregunté a una joven lo que significaba ese trabajo para ella ; sonriendo tímidamente me dijo : " Muchísimo para una familia de seis ".

La IAD estaba deseosa de mostrarme otros proyectos, pero yo quise reunirme con los beneficiarios de ese proyecto. Como había llegado al lugar a una hora inhabitual, la gente estaba ocupada en su trabajo cotidiano. Pude habar con algunas mujeres y unos niños y les pregunté qué pensaban de la IAD. Una madré dijo simplemente : " Son personas que se occupan de nosotros como no lo hacen las autoridades ". Algo icurioso atrajo mi atención : era la marca del nivel de agua en las paredes de las salas del Centro. Esas marcas rebasaban mi estatura. Me dijeron que era la marca de la inundación que ocurría a menudo en las zonas bajas entre dos rios. El Secretario, al verme sorprendido, explicó lo siguiente: " Estamos tratando de hacer algo para proteger a los pobres aldeanos durante las inundaciones, pero los recursos son insuficientes para construir refugios en plataformas sobreelevadas. Mi intención es transformar nuestro centro en un edificio de dos pisos, lo que impediría que los aldeanos deban huir a las tierras altas situadas 3 km más arriba ". Era el lugar en el que yo había dejado el coche para caminar hacia la aldea. Para construir el mencionado refugio, se necesitaban alrededor de dos millones de rupias. Poder otorgar esa suma estaba fuera de mis atribuciones y no estaba seguro de que el Fondo1% pudiera donar el monto total....

AgradecimientosActualizada 10.4.12 por webmaster@onepercentfund.net.